Lucía Zurita Ortega (4º B)
Título: El pequeño Simonet
Érase una vez un ratoncito muy pequeñito que tenía
los ojos de color verde, el pelo tan suave como algodón, de un color marrón suave
y una larga cola.
El ratoncito era huérfano, y se encontraba muy
triste y asustado al verse solo en la ciudad.
Él temía que le pisaran a o un coche le pillase.
Un día se atrevió a salir a la calle porque tenía
mucha hambre y mientras caminaba se encontró con un lugar donde había muchos
niños jugando y se quedó pasmado al ver que había restos de comida que los
niños habían desayunado. Sin pensarlo, se coló allí sin pensar en el peligro
que alguien le viera.
Se escondió hasta que los niños se marcharon a clase
y entonces aprovechó para comer restos de bocadillos, magdalenas, galletas. Con
la barriguita llena se fue a buscar un lugar donde descansar. Y se metió en un
sitio que le pareció espectacular, estaba lleno de libros. Era muy tranquilo y
era fácil esconderse allí.
Se metió en la biblioteca del colegio.
Allí vivía feliz, calentito y sin peligro. Salía a
comer después del recreo de los niños.
Pero un día notó algo extraño en la biblioteca.
Percibió olores a chocolate, fresa, galletas… y empezó a buscar cosas de donde
venían esos ricos aromas.
Descubrió que venían de algunos libros. Se puso
muy contento y empezó a mordisquearlos. El pobre ratoncito confundió con comida
las páginas olorosas de algunos cuentos.
Un día llegaron unos niños y vieron que había
libros mordisqueados y roídos. Se dieron cuenta que en la biblioteca había un
habitante. Se lo dijeron a la señorita y decidieron poner una trampa para
cazarlo.
Y el ratoncito cayó en la trampa. Estaba muy
asustado y les dijo a los niños que el no quería hacer daño y que su sueño
sería quedarse allí para ayudar en las tareas de la biblioteca. A los niños les
dio mucha pena del ratoncito y le dejaron vivir allí. Le pusieron de nombre
Ratón Simonet y ahora vive feliz entre libros y niños que cuidan de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario